Responsable: Mónica Marchesky

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jueves, 6 de octubre de 2016

MEMORIAS DE UN ESPANTAPÁJAROS

JUEGO ELECTRÓNICO EN RED DE ESCRITORES CREATIVOS MONICA MARCHESKY II                                                        
 1. Graciela
            Él sabía que lo sabía todo, pero no estaba dispuesto a que los demás lo supieran. Mantenía su fachada de espanta pájaros bobo, lánguido, fofo, los ojos enormes para asustar a los pájaros que jamás lo respetaron y entre los cuales tenía varios amigos. Pero recordaba, lo recordaba todo, sobre ésa granja y su secreto…
    
2. Gabriela
Los primeros años habían sido hermosos, cada jornada contaba las horas oscuras, a veces frías, a veces húmedas, hasta que sentía la tibieza de las primeras luces anunciar la inminente llegada de los niños. Los tres salían corriendo de la casa y se dirigían felices hacia él. Lo saludaban, formaban rondas a su alrededor, arreglaban sus ropas, generalmente fuera de lugar, debido al viento que comúnmente soplaba temprano. Y le contaban sus cosas."Piti" lo habían bautizado. Y él también era feliz , oyendo sus conversaciones y participando, desde su quietud, de sus juegos.

3. María
El día llegó. Tener recuerdos y saberlo todo no fue el único propósito de su creación. Tampoco lo era entretener a los niños y mucho menos, espantar a los pájaros. Los recuerdos empezaron a crecer, a apoderarse y a borrar las otras sensaciones. Eran como levadura en un pan, fermentando en un recipiente demasiado pequeño. El saberlo todo empujaba hacia afuera, ordenando los recuerdos, entendiéndolos  y agrandándolos. Las lucecitas de una intención prevista y anticipada  a su total entendimiento fueron encendiéndose de a una en su interior. Era el nacimiento del impulso de la flecha tensa, prieta en el puño, apenas rozando el arco.
4. Janet
Ese nacimiento oculto en su interior, en ese nuevo ser, le daba fuerza, coraje para llevar adelante el designio que se le había profetizado. Cuando la noche ciega se cerrara sobre todos, el descendería de su estandarte, tomaría el rumbo de los maizales y perpetuaría el cometido asignado a todos los miembros de la chacra. Había llegado el momento esperado por aquellas generaciones de resignados espantapájaros.
¡No más!

5.Virginia
Sin manos había sembrado esa flecha como rumbo en la consciencia de los niños. Sin voz les había contado que para los imperturbables cielo y tierra todos somos lo mismo.
Sin pies los condujo por el fuelle único en el cual se produce la acción y fue allí donde  coloco su designio.
Plateó el sendero la luna guiando a los nietos de carne a su cruz.
Al llegar bajaron su cuerpo con arrullo y al posarlo en el suelo escucharon su último aliento invadirlo todo. Así di aviso de chacra en chacra al resto de los resignados.
La hoguera la encendió el sol y ardimos las almas nobles en uno con nuestros cuerpos todos nosotros espantapájaros en busca de un nuevo destino