Responsable: Mónica Marchesky

Seguidores

domingo, 21 de mayo de 2017

SOBREVIVIENTE

Belén Solari (14 años)

Cavando para montar un cerco que separaría mi terreno del de mi vecino, me encontré enterrado en el jardín, un viejo cofre lleno de monedas de oro.
A mí no me interesó por la riqueza, sino por lo extraño del hallazgo.
Después de desenterrar mi cofre, lo llevé adentro para inspeccionarlo mejor.
Me senté en la cocina y lo dejé sobre la mesa. Me serví un poco de agua, aún necesitaba asimilar lo que había pasado.
Empecé a sacar las monedas, una por una y entonces me percaté de que las monedas no eran el único tesoro.
Abajo de las monedas también habían unas pequeñas y antiguas cartas, si les soy sincera; la curiosidad me ganó y comencé a leer una de las tantas que había allí, la carta decía: "Hola, soy Naomi Torres, tengo 8 años y...sufro de leucemia.
Hoy es catorce de enero de mil novecientos noventa y tres y no me queda mucho tiempo. Mi familia es de muy buenos recursos, por eso, el que tenga el honor de desenterrar mi tesoro, por favor disfrútelo”.
Naomi 
Leí todas las demás cartas que relataban la vida de la pequeña Naomi, leerlas me dejó alterada. Entonces se me ocurrió seguir investigando sobre la niña. Las preguntas no dejaban de atormentarme "¿Después de eso falleció? ¿Esa fue su última carta? ¿Fue feliz? ".
Entonces, llamé al sujeto que me vendió la casa y le dije:
            -Hola, encontré cartas de la antigua pequeña inquilina.
Quería saber si usted tiene contacto con sus padres. Les alegrará saber todo lo que  la pequeña guerrera escribía.
A lo que me respondió que no tenía datos sobre la familia.
Sin pensarlo, me decidí en encontrar a sus padres, debía hacerlo, ella se lo merecía. Si no se los decía yo... ¿quién lo haría?
Comencé a preguntar a todos los vecinos. Después de haber visitado seis casas al fin apareció alguien que conocía a la familia. Me dijo que después de la lucha y la pérdida de Naomi, la familia se mudó a la ciudad, para despejarse un poco.
Llamé al número que mi vecina me dio.
Llamé y llamé, y nadie respondía. Pero no podía rendirme tan fácil. Finalmente, una tierna voz contestó diciendo "Hola ¿quién habla?"
Le pedí que me pasara con alguien mayor.
Platique con su mamá y le conté todo sobre lo que Naomi escribió y enterró en su patio.
Decidí ir a visitarlos.
Después de una hora y treinta y cinco minutos de viaje, llegué.
Al ir a la dirección que me pasó la mamá de Naomi, quise asegurarme por quinta vez de que tenía las cartas y las monedas, toqué la puerta y esperé. De repente la puerta se abrió y pude ver a una pequeña niña y detrás, a su mamá. Les mostré las cartas a sus padres y a su hermana, Kiara; quién recién se enteraba de esto. Me emocionó ver a su familia, pero me sentí tan bien por hacer que leyeran a Naomi.
Cuando me estaba dirigiendo a la puerta, recordé las monedas, les pedí que por favor las aceptaran, ya que les pertenecía.
Pero quisieron que lo que Naomi dijo se cumpliera. Así que conservé las monedas.
Aproveché que estaba en la ciudad para que las monedas ayudarn a alguien más. Fui a un hospital para niños con cáncer y doné las monedas ahí. Además, pasé toda la tarde jugando con los niños. Me divertí mucho de verdad, estar con ellos me hizo dar cuenta lo mucho que la vida vale. Me hice voluntaria de ese Hospital, y hay muchos niños que marcan mi vida día a día.
Pero ninguno como Naomi, sin ella yo no podía abrir los ojos.
Me gustaría haberla conocido, pero la vida es injusta.
Me siento muy afortunada de haber sido la persona que encontró el pequeño gran tesoro de Naomi...
Naomi sobrevivió en sus cartas, en sus bellas palabras. 


JUEGO PELIGROSO.

Escritores Creativos 2017 "Jardín de ideas"
Susana Maly
 
                              Personajes :Mario Falcón ( la víctima)

                   Ramón Cuello, Alvaro Díaz, Daniel Ifrán. La familia, la policía. 

Las diez de la mañana del domingo. El cuerpo de un joven se encontraba recostado en el banco de la parada del ómnibus como si estuviera dormido. Por esta razón nadie había alertado a la policía hasta varias horas de transcurrida su muerte.
Una señora que se disponía a esperar el ómnibus notó sangre en el cuerpo del joven y llamó al  911.
Según el médico forense presentaba una herida punzante a la altura del hígado y su muerte habría ocurrido alrededor de las cinco de la mañana. 
Algunos vecinos se asomaban curiosos por las puertas entreabiertas pero nadie había visto ni oído nada.
Al revisar los bolsillos de la víctima, la policía encontró su billetera con algo de dinero, su cédula de identidad, la tarjeta del ómnibus y en su mano derecha fuertemente apretado su celular. Se llamaba Mario Falcón y no tenía antecedentes penales.
En la vereda, debajo del asiento se encontró un tosco cuchillo de los que llaman de corte carcelario, pero sin aparentes rastros de sangre. Tampoco se encontró nada en los alrededores donde se tomaron las fotografías pertinentes.
La familia fue informada del triste incidente. Sumamente consternada brindó la única versión que sabían: que  el joven había decidido concurrir a un baile de un club lejano. No podían aclarar nada más pues desconocían que podría haber pasado, aclararon que el joven Falcón no tenía enemigos.
Cuando los técnicos accedieron a la información de su celular se sorprendieron al ver que su última comunicación era a un servidor de juegos online.
La policía se presentó en el club, pidiendo ver la filmación de las cámaras de seguridad. En ella se pudo apreciar a la víctima bebiendo cerveza y luego discutiendo con otro joven que identificaron como un ex preso en libertad desde hacía ya tiempo llamado Ramón Cuello.
Ubicado éste en su domicilio negó categóricamente haberle dado muerte, reconoció sí su cuchillo pero sostuvo haberlo dejado en el mostrador.
También habían observado en la filmación, en un extremo de la barra a otro joven presenciando la discusión con mucha atención, más que la prestada por el resto de los otros bebedores y que se iba acercando lentamente a los contrincantes.
Ramón Cuello declaró que el fallecido había concurrido al club para contactar con él y así procurar un servidor seguro para sus juegos y pagar con su dinero electrónico. La transacción no le pareció correcta y se sintió estafado, solo discutían por los bit coins que finalmente no quiso comprar.
Al entrevistar al barman este aseguró que lo había oído gritar: ¨te  mataré, te encontraré como sea ¨, incluso lo vio exhibir un cuchillo que identificó en las fotografías de la policía como el visto y que había quedado en el  mostrador. Cuando quiso intervenir para acallar la discusión ésta cesó al retirarse Cuello.
Al ser interrogado nuevamente este último  aseguró que sí, que lo había amenazado pero no asesinado. Solo en forma virtual, se habían encontrado en el juego y su alter ego le había dado muerte. ¨Solo fue virtual repetía con desesperación”.
La familia de la víctima fue indagada con más atención y cayó en muchas contradicciones. Se supo que el joven Falcón no tenía trabajo y prácticamente no vivía con su familia, solía reunirse en una esquina cercana con una barra de amigos de muy dudosa conducta.
En su niñez y adolescencia había sido un joven estudioso pero cercano a los veinte años (en el momento de su muerte contaba veinticuatro) comenzó a cambiar su vida, tal vez la falta de perspectivas y su ambición por poseer artículos de última generación, ropa de marca lo llevaron a acciones dudosas que le procuraban dinero fácil. Dominaba la tecnología se podría decir que era un adicto a ésta. La pregunta era la siguiente: casi sin dinero, que origen tenía el teléfono que poseía y como vestía con ropa tan cara.
Se siguió investigando por el lado del otro joven que también contaba con antecedentes por robo, de nombre Álvaro Díaz que había permanecido atento a la discusión del bar y había salido ya en la madrugada detrás de Mario. Al ser interrogado confesó que lo había seguido y antes de llegar a la parada discutieron fuertemente por dinero que le debía desde hacía tiempo. Pero cuando se retiró la víctima seguía con vida.
Volviendo a interrogar al barman este se declaró ajeno a los hechos pero presionado terminó confesando una relación amorosa con la víctima. Esta no solo había decidido terminar esta relación sino que en su juego online lo había ridiculizado y al verlo en la barra bebiendo su cerveza con total indiferencia hacia su persona, sintió crecer en su interior algo tan devastador, tan humillante, que su razón se nubló. Tomó el cuchillo abandonado en la barra y llegó a la parada donde sabía que estaría Falcón, sin intención de usarlo. Pero la víctima lo recibió con palabras hirientes que estallaron en su cabeza y sin pensarlo lo hirió, dejándolo recostado en el asiento. Limpió el cuchillo en su ropa arrojándolo al suelo con horror.
Luego de hecha la autopsia, el forense confirmó con su informe que el joven, había muerto por herida punzante con desangramiento. De haber sido llevado  a un hospital rápidamente después de herido habría podido ser operado y salvado su vida.